Water Forward 2024 Español

Acerca de Water Forward:

 Water Forward es el plan centenario sobre gestión integrada de recursos hídricos de Austin para desarrollar e implementar estrategias de gestión del agua diversas y respetuosas del medio ambiente para adaptarse al crecimiento, la sequía y el cambio climático y asegurar un futuro hídrico sostenible, resiliente, equitativo y asequible en materia económica para nuestra comunidad por los próximos 100 años.

El Consejo aprobó Water Forward por primera vez en noviembre de 2018. Desde ese momento, Austin Water comenzó con la implementación de estrategias de planificación a corto plazo para ayudar a tratar las futuras necesidades del suministro de agua. Austin Water ahora ha iniciado el proceso para completar la primera actualización quinquenal del plan Water Forward y su objetivo es la compleción del plan para 2024. Austin Water actualizará este plan en consonancia con los valores comunitarios e incluirá proyecciones renovadas sobre demanda, clima y otros temas para prepararse ante un abanico de futuros posibles.

El proceso de participación de la comunidad en Water Forward incluirá oportunidades de participación virtuales y presenciales, incluso talleres públicos, reuniones continuas del Grupo de Trabajo de Water Forward y otros eventos. Usaremos esta página para informar nuestro progreso al público y recopilar sus ideas sobre los valores comunitarios que se vinculan con el agua.

Por qué esto importa:

Históricamente, la sequía ha sido una amenaza para las fuentes de agua de Austin. De 2008 a 2016, la parte central de Texas ha sufrido una de las peores sequías registradas. Aunque Austin no se quedó sin agua, los Lagos de Highland se vaciaron hasta solo 1/3 de la totalidad y se aplicaron restricciones para el agua a toda la ciudad. La sequía remarcó los peligros de tener únicamente una fuente de agua potable.

Los científicos del clima pronosticaron que Austin es probable que sufra incluso de periodos de sequía más prolongados e intensos, interrumpidos por eventos de lluvias torrenciales. Texas también podría sufrir condiciones más secas en la segunda mitad del siglo XIX que en los últimos mil años (según un estudio de UT y A&M de 2020). Sumémosle un rápido crecimiento poblacional a eso y es evidente que la ciudad debe preparar un plan para tener un futuro hídrico más resiliente.